Este es el título que ha dado Pedro Sanzol Lecumberri a la reseña que ha escrito sobre el libro publicado por nuestro presidente, y la cual os transcribimos literalmente. Nosotros simplemente queremos añadir, que lo deben leer las personas que estén interesadas en el tema.
UN LIBRO QUE HAY QUE LEER
Autor: Antonio Angulo de Miguel
Título: "Picaresca y
malas artes en el camino francés de Compostela"
Ilustraciones: David Angulo Loscos ( es el músico que compone todas las canciones de Oregón
Televisión, hijo de Antonio y Maribel).
Editorial; Vivelibro. Primera edición: mayo de 2019. Páginas: 278.
Nuestro amigo y socio nº 996 de
la Asociación Amigpos del Camino de Santaigo de Zaragoza, , Antonio Angulo, ha escrito un libro que hay que leer. Para quien
no lo conozca, basta que mire la pág.16 de las "Actas del VIII Congreso Internacional de Asociaciones
Jacobeas" (Zaragoza 23-26 de octubre de 2008). Fue Antonio, Secretario del Congreso, el que, con un trabajo arduo, silencioso,
amasado con paciencia benedictina, redactó
las Actas que son un recuerdo imborrable de aquel
Congreso que organizó nuestra Asociación de Zaragoza, bajo la presidencia de
José Ramón Barranco. Actualmente, tras el fallecimiento de José Mª Hernández de
la Torre, Antonio es miembro del Jurado del Concurso Literario que cada año
organiza nuestra Asociación
Leo en la contraportada: "Desde hace más
de mil doscientos años, infinidad de
hombres y mujeres han viajado a Santiago de Compostela para cumplir el ritual
cristiano de orar ante la tumba del apóstol...El Camino de Santiago se
convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval y
también fue motivo de desarrollo económico, social y artístico a lo largo de
todo su recorrido. Por todo ello resultó inevitable que otros muchos hombres y mujeres, no
motivados precisamente por la "Causa
devotionis" del verdadero
peregrino, se apostaran a la vera del
Camino para despojarle de todas sus pertenencias". Y
Antonio Angulo se ha impuesto la ingrata y necesaria tarea de contarnos los lances
picarescos más o menos graciosos y las acciones
malintencionadas en perjuicio del indefenso peregrino que fueron, son y serán
una ofensa a la esencia misma de la peregrinación; o sea, el autor ha querido
bailar con la más fea..., aderezando, eso sí, con humor y con oportunas y sabias reflexiones algunas de las
páginas en las que el lector no sabe
si reír o llorar...
La obra tiene siete capítulos: 1) Introducción- 2) Distinción entre picaresca y malas artes
- 3) El peregrino ( auténtico, por
cumplir un voto, penitentes, aventureros, ajenos a la peregrinación etc) - 4) Defensas
de los peregrinos (la legislación, el
bordón, el vino, los cantos, - en este apartado de los cantos como eficaz remedio para aliviar el cansancio
del peregrino, el autor ha tenido la
gentileza de incluir dos auroras, la navarra y la de nuestra Asociación zaragozana "El Pilar es nuestro
hogar, Santiago, nuestro destino etc. GRACIAS - 5) Clases
de picaresca y malas artes (
once clases, nada menos...) - 6) Toponimia
picaresca en el Camino Francés (
cuarenta y tres sitios donde picaresca o malas artes se dieron cita...; en nuestro Aragón señala siete: Hospital de Santa Cristina de Somport, el castillo de
Candanchú y Canfranc, Jaca, San Juan de la Peña , Venta Esculabolsas y Santa
Cilia de Jaca ) -7) Epílogo:
Un violinista en el Camino. ( he
tenido que corregir varias veces el título del "epílogo" pues
espontáneamente mis dedos tecleaban "Un violinista en el tejado"...).
El arduo trabajo de recopilación de infinidad
de pillerías y malas artes, trabajo que el autor prefiere llamarlo "un
entretenimiento apasionado" termina con una copiosa y selecta bibliografía de unos cincuenta y ocho autores.
Es importante leer atentamente,
en este libro que hay que leer, lo que dice el autor en la Introducción: su
trabajo no pretende en absoluto desprestigiar el Camino; sabe muy bien el
enorme valor del Primer Itinerario Cultural de Europa(1987) y Patrimonio
Mundial de la Humanidad ( UNESCO 1993) y aunque escribe sobre "las
miserias y mezquindades del Camino", sabe que "a lo largo de todo el Camino de
Santiago se palpaba un ambiente de caridad cristiana, un gran clima de
humanitarismo y espiritualidad y un conocimiento práctico que la mayoría de las
gentes tenía del precepto cristiano del
amor al prójimo, recogido en las obras de misericordia" (pág.17). Todos
esos valores los conoce muy bien el autor por sus estudios de la peregrinación
jacobea y por su experiencia personal. Pero, en medio de
tantas luces, aparecen siempre, tanto en la vida de cada persona, como en la
vida de la sociedad, las sombras del
mal, que hay que reconocer y luchar para, en lo posible, disiparlas.
Todos los capítulos son
interesantes aunque, como siempre, unos más que otros. Y cada lector tendrá, a
buen seguro, su propia opinión. Al que escribe esta reseña le ha impresionado
el dedicado a los negociantes de
reliquias, en el cap.5: "Clases de picaresca y malas artes". Son unas páginas( 121-134) absolutamente
necesarias para hacerse una idea de lo que fue en la Edad Media "una de
las más firmes creencias de la época"(pág.122),el culto a las reliquias, la confianza ciega en su poder
sanador, sin pararse a pensar si eran verdaderas o falsas. Hoy nos causa
sonrojo, por ejemplo, lo que vio un diplomático francés de la época, en la
catedral de Burgos : un zapato de la
Virgen y un recipiente lleno de la
sangre de los Santos Inocentes...(pág128-129).Y no digo sonrojo, sino
vergüenza para taparse la cara, leer que en la Abadía de Chartres, en la
Basílica Lateranense de Roma, en Amberes, en Paris, en Brujas, en Burgos, en Santiago de Compostela ...en
varios momentos de la historia, aseguraron tener el Santo Prepucio de Jesús, a pesar de que los judíos tenían la costumbre de quemarlo
después de la circuncisión...¡Increíble!, se dice el lector, y se pregunta:
¿Pero no había nadie que protestara ante semejantes bofetadas al sentido común
y al buen gusto? ¿ No había nadie que protestara en nombre de la fe que, aunque entre sus artículos hay
misterios insondables que superan nuestra inteligencia,, nunca hay proposiciones manifiestamente irracionales o cosas ridículas?
El autor cuenta (pág.134) que él
mismo, en la catedral de Dubrovnic, en Croacia, se enteró, por una guía
recientemente editada allí, de que en el relicario del templo estaban, en una
urna de plata, los pañales de Niño Jesús...Preguntó dónde estaban y el guía de
turno le contestó que estaban allí, en el armario, a la izquierda...,pero sin darle ninguna
importancia a tan preciada y tierna reliquia...Menos mal, algo hemos ganado.....
Pero, ¿por qué no se retiran y queman tales paparruchadas? Algo parecido le
ocurrió a quien redacta esta reseña, en la
magnífica catedral de Florencia; en la sacristía, se acercó a un
relicario precioso y leyó, perplejo y muy ...!!! ...enfadado: "Ex lacte Beatae Mariae Virginis"
( de la leche de la Bienaventurada
Virgen María...;) : sin comentarios.
Es verdad, concluye el autor este
apartado "negociantes de reliquias", que a veces se han hecho bromas
infundadas a costa de ellas, pero "
no nos gusta que la Iglesia Católica haya hecho alarde de ciertas
reliquias" , y no nos gusta precisamente" porque la amamos". Pienso que la mayoría de los fieles
cristianos está hoy de acuerdo con el autor: no nos gustan, precisamente porque,
a pesar de nuestras debilidades y pecados, amamos entrañablemente a la Iglesia
y no queremos que nadie la critique, con toda razón, por semejantes
esperpentos: los pañales de Niño Jesús, el Santo Prepucio de Jesús, el zapato
de la Virgen...Menos mal que hoy ya nadie venera semejantes ridiculeces y
esperamos que no estén expuestas en ningún sitio.
Podríamos glosar otros pasajes
interesantísimos del libro, como la historia del Cluny español, la Abadía de Sahagún,
y sus fueros tan "peregrinos" y sus abusos de poder......,(pags.210-217);
o la historia del "pío
latrocinio", así denomina el autor al traslado de las supuestas
reliquias de San Indalecio desde Almería hasta San Juan de la Peña
(págs.152-156)...Pero, no: lo más importante es que se lea este libro que hay
que leer. Lo mío ha sido una invitación a su lectura.
Finalmente y para terminar, una
pregunta : ¿ por qué termina el autor su
obra con esa narración, por otra parte divertidísima, de "El violinista en
el Camino" ? De acuerdo con que es un personaje encantador, bohemio,
devoto de todas tabernas del Camino, intuyo también que de las mujeres...,irlandés, director del Consejo
Británico en España, muy culto ,fan de las melodías gitanas, amigo de García
Lorca, de Baroja, de Camilo José Cela, Don Gualterio, para los amigos, y que desde
1924 hasta 1954 realizó cuatro peregrinaciones a Compostela dejando una huella
imborrable gracias a anécdotas graciosísimas
(pág.271) ; pero todo eso no tiene nada que ver con la picaresca y mucho
menos con las malas artes, como reconoce el autor...más bien se trata de un
tipo vividor, que sabe disfrutar de cuanto encuentra de agradable en el Camino,
con los riesgos que ello implica a veces...A más de uno nos gustaría
acompañarle hasta Santiago, a él con su violín..... .La pregunta del lector queda formulada, y
como nos decían en el catecismo: "doctores tiene la iglesia que os sabrán responder". Aquí, el doctor es el
autor...
Antonio Angulo termina este libro con una
frase lapidaria; " el Camino siempre
estará por encima de las múltiples miserias y mezquindades que han estado
agazapadas a su vera". Totalmente
de acuerdo; fallarán muchas cosas, pero siempre nos quedará...el CAMINO.
Pedro Sanzol Lecumberri